Muchos docentes de las diferentes áreas del conocimiento no están dispuestos a asumir el papel de maestros de lectura y escritura, debido a la gran cantidad de temas que deben desarrollar en su respectivas disciplinas. Sin embargo, existen numerosas maneras d epromover las actividades lingüísticas en todas la áreas del conocimiento, lo que redundará en una mayor compresión de los contenidos.
Los educandos pueden sentirse especialmente motivados para escribir en todas las áreas, después de realizar una salida de campo, de asistir a una proyección de video o luego de escuchar una conferencia interesante que haya pronunciado un orador invitado. En el momento en que se analicen esas experiencias, el profesor anota los comentarios de los estudiantes en el tablero y los clasifica por tema y de esta manera, los alumnos pueden emplear vocabulario específico y aportar sus ideas para llevar a cabo un ejercicio de escritura en un determinado contexto.
Por otra parte, el lenguaje es el medio para la creación del universo de significados, desde luego, en un enfoque semántico y comunicativo. De otra manera, cuando existe la comprensión de relaciones entre realidad, pensamiento y lenguaje, como consecuencia surge la esencia de la significación, basada en las prácticas culturales interactivas, es decir, desde el hecho de dar sentido y significado a los signos.
El lenguaje es la herramienta cognitiva dentro de una realidad “objetiva”, social y cultural, componentes construidos y transformados por el hombre y la mujer. De esta forma los seres humanos tienen la posibilidad de construir un universo conceptual, base de su pensamiento. Igualmente permite compartir o refutar con los otros sus ideas, creencias, emociones y sentimientos. Es así como surge el valor social del lenguaje desde las relaciones sociales.
Ya en el desarrollo del currículo, específicamente surgen las distintas competencias desde saberes referidos al sistema lingüístico. Esta estrategia comunicativa es imprescindible para el desarrollo de los procesos en las distintas áreas del saber y en los diferentes ciclos de la educación. Por consiguiente el lenguaje se constituye en una herramienta básica del conocimiento.